l Partido Comunista de Andalucía (PCA) lanza su campaña ‘Andalucía en Pie’ con la que pretende actualizar el sentir del 4 de Diciembre, al cumplirse 40 años de la movilización histórica del pueblo andaluz que rompió el guion de la transición.
Andalucía puede ser la llave que abra la puerta del país que queremos construir en el futuro. Rompimos el esquema asimétrico de la Constitución y obligamos a modificar la Ley de Referéndum, podemos volver a intervenir con un pueblo unido y movilizado.
El PCA denuncia que la confrontación entre independentistas y centralistas pretende ocultar el debate social y desviar la lucha por las condiciones materiales de un pueblo que sigue sufriendo las consecuencias de la crisis.
Ni la independencia de Catalunya ni el centralismo responden a la necesidad de trabajo, quitan el hambre, garantizan el derecho a una vivienda, ni nos cura si nos ponemos enfermos, ni termina con la desigualdad de las mujeres. Desde el PCA rechazamos las posturas independentistas y centralistas que encabezan Puigdemont y Rajoy, ya que son dos caras de la misma política neoliberal y antidemocrática.
EL PAPEL DE ANDALUCÍA EN ESTA CRISIS: ¿COMPARSA O PROTAGONISTA?
El pueblo andaluz conforma casi la quinta parte de la población de todo el Estado, por lo que, no podemos ser simples espectadores de la actual crisis política y menos aún la periferia de un españolismo rancio que sólo saca la bandera de España para oprimir, tal y como pretende Susana Díaz.
Andalucía y su pueblo, que sufre las consecuencias más graves de la crisis económica, debe participar de este debate con una voz y una propuesta propias
El PSOE ha dilapidado el poder político que conquistó el pueblo andaluz en su lucha por la autonomía. Este poder debería haberse empleado en poner la riqueza andaluza al servicio del empleo y el bienestar de toda la población pero se ha limitado a mantener a Andalucía en su situación histórica de paro y dependencia, a reforzar el poder de las élites tradicionales y a construir nuevas redes clientelares y corruptas.
La forma en la que se concibe el sentimiento nacional andaluz debe servir de ejemplo como modelo de convivencia entre pueblos, un sentimiento que es integrador y no excluyente, que desde la reivindicación de lo propio no se encierra en sí mismo sino que siempre está mirando hacia fuera.
Nuestra tarea desde Andalucía es impulsar la construcción de una España plurinacional frente a la “Marca España” que gestionan los dueños del cortijo.
Nuestro objetivo, que en ese nuevo país, Andalucía tome de una vez las riendas de su propio desarrollo y supere su dependencia volviendo a la senda marcada el 4D.
Y nuestro modelo es una República Federal como resultado de la suma de identidades nacionales diferentes que “construyen país” desde la negociación y el diálogo entre pueblos que se tratan de igual a igual. Una República Federal construida de abajo arriba, con la democracia participativa y el municipalismo como ejes vertebradores, con la mente puesta en cómo podemos llevar a una vida feliz a nuestra gente de manera colectiva y solidaria.