Este
pleno ha servido para analizar todo un recorrido de un partido popular que
ganaba unas elecciones con Santiago Pérez a la cabeza prometiendo un cambio.
Hoy se puede afirmar que ese cambio se ha producido. Los populares han relegado
a Guadix de ser una ciudad con más 20.300 habitantes a un municipio de 18.000
empadronados. Los impuestos han crecido hasta casi duplicar los existentes en
2.006 (no se llegaba a los tres millones de euros) mientras que ahora en 2.014
casi llegan a los seis.
Por
otro lado se han disminuido drásticamente las inversiones. En 2.006 que fue el
último presupuesto aprobado por la coalición de izquierdas se invirtieron 21
millones de euros, 16 de éstos para hacer realidad el polígono industrial del
PP6, donde hoy se ubica Mercadona y sus empresas auxiliares. En 2014 con un
gobierno del PP escasamente hay un millón previsto en inversiones y la deuda
generada por los populares hasta el momento más sus intereses (casi 8 millones)
hacen que el ayuntamiento se encuentre hipotecado por una década.
A
diferencia de los que nos gobiernan hoy la deuda contraída por la coalición de
izquierdas sirvió además de para hacer realidad el nuevo polígono, también para
llevar a cabo las avenidas Mariana Pineda y Medina Olmos, o la propia
urbanización del hospital. Lamentablemente hemos visto en estos pasados días
como la deuda que contrae el PP de Guadix es para fiesta y propaganda.
La postura
de Manuel Ortiz en cambio, fue distinta en cuanto al otro grupo de la oposición, Izquierda Unida
no se sumó a la petición de dimisión del alcalde, entendiendo que esta situación
no es solo responsabilidad de un solo miembro del gobierno, sino de todo un equipo,
que de dimitir lo tendría que hacer en conjunto. Por otro lado lo que si le pidió
al actual alcalde es que por lo menos sea leal con los ciudadanos de Guadix, y ya
que no fue elegido por los votos de los accitanos y accitanas (accedió a la alcaldía
a causa del abandono de Santiago Pérez), se presente como candidato por su grupo
político y que sean los ciudadanos los que con su voto evalúen al regidor popular.
La escasa democracia del
alcalde popular hace que el portavoz de Izquierda Unida abandone el pleno.
Lejos
de reconocer el estado lamentable en el que hoy se encuentra Guadix el alcalde
intentó cercenar el debate, en primer lugar no participando de él delegando al
portavoz popular para no dar la cara y evitar ser rebatido en las réplicas por
parte de la oposición. En segundo lugar interrumpiendo las intervenciones de
los portavoces de la oposición pero lo más lamentable fue cuando impuso solo
dos intervenciones y concedió una tercera al portavoz popular, que
aprovechó para hacer acusaciones muy
graves e infundadas al portavoz de IU, negando a éste la posibilidad de rebatir
tales acusaciones, momento de máxima tensión vivida en la sesión plenaria de
ayer, en la que Manuel Ortiz plantó al alcalde replicándole que si no le daba
la oportunidad de defenderse de las acusaciones vertidas se vería obligado a
abandonar el pleno.
El
regidor como ya es costumbre quiso “amordazar” al portavoz de IU, quien
manifiesta sentirse menospreciado por la prepotencia del rodillo de la mayoría
absoluta de los populares, por lo que al final abandonó el pleno ante la
imposibilidad de ejercer el libre derecho a pronunciarse que debe prevalecer en
un órgano democrático como es el pleno municipal.